Ese toque sutil ante la salida de Juan Carrera sacudió la monotonía del juego. Diego Jara se sacó la “mufa” e hizo delirar a su gente. Atlético no jugaba bien pero “Joya” tuvo su momento de furia y acomodó los tantos con una definición exquisita.
“Fue muy lindo volver a convertir, y mucho más en un clásico. Además la victoria se dio en la última jugada; todo redondito”, admitió el ex Patronato resaltando que lo único que se valora tras este 2-1 fue el triunfo. “Es lo que importa; los clásicos hay que ganarlos. Mucho más en estos casos que sirven como inyección anímica para arrancar el torneo con todo”, agregó.
Atlético no jugó un gran partido. Aprovechó sus chances y se quedó con el botín en juego, pero su rendimiento no dejó satisfecha a su gente. Y Jara no come vidrio, sabe que para pelear cosas importantes será vital limar algunas imperfecciones. “No jugamos bien, como todos queremos. No estuvimos finos ni pudimos desplegar el fútbol que estamos en condiciones de ofrecer”, afirmó el delantero, pero destacó que en el fútbol el sacrificio también paga. “Ganamos el partido metiendo, con entrega. Eso es importante, porque cuando no se puede jugar hay que suplir eso con garra”, dijo el goleador.
Los clásicos de invierno fueron propiedad de un “decano” con sueños de Primera. Siempre es bueno dejar en el camino al rival de toda la vida, y Jara lo sabe. “Estas dos victorias van a ser fundamentales, porque nos ayudarán a comenzar con una confianza tremenda el torneo”, dijo el entrerriano y enumeró los motivos de su hipótesis. “Cuando jugás un torneo tan corto y donde el margen de error es mínimo, hay que arrancar con todo. Además, tenemos que hacernos fuertes de local y eso lo tenemos que hacer valer desde el próximo domingo”, sentenció.
El duelo contra Crucero será la primera estación de un vía crucis extenuante. “Estamos bien, con muchas ganas de lograr el objetivo. Es cierto que debemos mejorar algunas cositas, pero creo que vamos por el buen camino”, afirmó.
- Pero deben mejorar el juego...
- Sí, obviamente que no podemos dejar nada librado al azar. Hay que estar diez puntos en todos los aspectos.